Los cambios de comportamiento en los consumidores crean oportunidades.Incluso antes de la pandemia, los centros comerciales y los minoristas enfrentaban muchos desafíos: el auge del comercio electrónico, la reducción del tráfico peatonal y el cambio de las preferencias de compra de los consumidores, que en su conjunto amenazaban una forma de comprar que existió durante décadas. El COVID-19 aceleró estas tendencias y creó un consumidor más centrado en lo digital que espera transacciones sin fricciones, experiencias personal-izadas y mayores comodidades. Estos nuevos impulsores de compra resaltan la necesidad de transformar el ecosistema físico, pero también crean oportunidades únicas para la industria.